La memoria RAM es uno de los componentes más importantes de cualquier equipo de cómputo, ya que influye directamente en su velocidad y capacidad para ejecutar múltiples tareas al mismo tiempo. Existen distintos tipos de memoria RAM y cada uno ofrece características técnicas pensadas para diferentes necesidades: desde tareas básicas hasta rendimiento extremo para videojuegos o proyectos de inteligencia artificial.
Si aún no tienes claro para qué sirve la memoria RAM, te recomendamos revisar este artículo explicativo, donde detallamos su función dentro de cualquier equipo moderno.
Las memorias RAM DDR (Double Data Rate) han evolucionado considerablemente desde su creación. Actualmente, las versiones más comunes en el mercado son:
- DDR3: aún presente en equipos antiguos, aunque ha quedado relegada por su menor velocidad y eficiencia energética.
- DDR4: se convirtió en el estándar durante varios años. Ofrece velocidades más altas que la DDR3 y un mejor consumo energético.
- DDR5: la versión más reciente. Su mayor capacidad de transferencia y eficiencia la hacen perfecta para laptops y PCs de última generación. Modelos como la Laptop Gamer MSI Stealth A16 con 32 GB de RAM ya incorporan esta tecnología.
Las memorias LPDDR (Low Power DDR) son una variante de bajo consumo, ideales para laptops delgadas y dispositivos móviles. Su diseño está pensado para ofrecer rendimiento sin sacrificar batería, algo muy valorado por usuarios que trabajan en movimiento. Equipos como la Laptop Gamer 2 en 1 Asus ROG Flow Z13 combinan este tipo de RAM con componentes de alto rendimiento.
Algunas computadoras modernas incluyen memoria RAM integrada directamente en la placa base o compartida con la GPU, como sucede en muchas laptops enfocadas en tareas creativas o IA. Este tipo de integración permite una mayor eficiencia en el manejo de datos y una experiencia fluida en el uso diario. Un ejemplo es la Laptop MSI Prestige AI+ con Intel Core Ultra 7 y 32 GB de RAM, pensada para productividad intensiva y procesamiento inteligente.
Todo depende del tipo de uso que le des a tu computadora. Para tareas básicas, una DDR4 con 8 GB puede ser suficiente; si eres gamer o trabajas con herramientas pesadas, una DDR5 de 16 o 32 GB es más adecuada. Y si buscas portabilidad y buena autonomía, los equipos con LPDDR o RAM integrada son tu mejor opción.
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